MADRID
14 Y 15 DE ABRIL
POR EL DÍA DE LA VOZ,LA DOCTORA PATRICIA FARIAS
Entrevista del curso de Madrid- Dra Farías

¿Cuáles son las principales patologías vocales? Las alteraciones de la voz son bastante frecuentes en los adultos a lo largo de su vida. Son causadas por una variedad de condiciones que incluyen lo inflamatorio, lo neurológico, lo conductual, lesiones cordales benignas y tumores. Definimos a la disfonía como toda alteración de la voz que modifique alguno o varios de los parámetros vocales: intensidad, tono, timbre y duración, generando disturbios en la comunicación. La cantidad y complejidad de las interacciones entre los órganos participantes de la función fonatoria explican la susceptibilidad de la laringe a disturbios y enfermedades diversas. Por otra parte, la exposición del tejido vocal por “sobredosis vibratoria” resulta en nódulos, pólipos, edemas crónicos, hemorragias vasculares y fatiga vocal. Los profesionales que usan la voz como herramienta de trabajo son muy susceptibles a la alteración vocal: docentes, cantantes, actores, oradores, etc. También es habitual el hallazgo de “alteraciones estructurales mínimas” que incluyen a quistes epidermoides, sulcus, microsinequias, ectasias vasculares y puentes de mucosa. Luego en la clínica diaria tenemos dos grandes grupos que requieren diagnóstico diferencial entre ellos: la disfonía por tensión muscular y la disfonía espasmódica. Asimismo llegan a consulta parálisis recurrenciales pos tiroidectomía o idiopáticas y disfonías psicógenas; finalmente lesiones por reflujo faringolaríngeo y el cáncer de laringe vinculado al tabaquismo.

¿Cómo es el proceso que aplica de valoración e Intervención? Toda terapéutica de pacientes disfónicos deberá abordar el problema de la voz en forma global. Así abarcaremos las cuatro dimensiones de la voz: la orgánica, la funcional, la social y la personal.  Se valorará cada una de estas dimensiones, desde lo visual, lo audioperceptual, desde lo instrumental objetivo y con la anamnesis pertinente. Realizaremos una evaluación de la conducta vocal anormal o fisiopatología fonatoria e intentaremos relacionar lo estrictamente laríngeo con los hábitos vocales y forma de vida del paciente. Asimismo, el tipo de voz que presenta el paciente nos permite hacer inferencias con respecto a la anatomía y fisiología que subyace al desorden dado.

En líneas generales nuestro abordaje terapéutico requerirá de pautas higiénicas concretas según el caso, y del restablecimiento de una producción vocal balanceada usando terapias eclécticas y realizando un “uso conciente de la voz”. El entrenamiento conciente realizado debe ser tal, que el control de situaciones efectuado por el terapeuta en los inicios, permite en las etapas finales que el propio paciente sea el “autoregulador de usos y abusos vocales”; esta regulación propia dará paso progresivamente al alta definitiva.

Consideraremos para el “entrenamiento vocal” los principios básicos del entrenamiento deportivo: sobrecarga, especificidad, individualidad y reversibilidad. Los ejercicios se construirán en forma gradual y progresiva, de tal manera que los incrementos, ya sea en velocidad, cantidad o intensidad, se aplicarán progresivamente según la resistencia observada. Si bien cada vez, sesión a sesión o de semana a semana,  es probable que se pueda pasar más rápido de una instancia a otra el terapeuta construirá para el paciente siempre una secuencia que vaya de menor a mayor complejidad.

La individualidad se tendrá en cuenta para diseñar el programa de ejercicios, el horario de práctica diaria y los objetivos diarios y semanales.

La reversibilidad observada debe llevarnos a planificar los “recesos” de práctica. Los recesos dan información “pronóstica” al terapeuta ya que si el paciente puede conservar la calidad vocal ganada sin realizar ejercicios diarios o espaciando la asistencia a la terapia, es signo de la cercanía del alta. Cuando mantiene la calidad vocal con recesos se procede a incrementar el uso vocal en función de las demandas cotidianas del paciente, por ejemplo en el caso de un docente, si disminuyó cantidad de clases que imparte, se le pide que vuelva gradualmente a la rutina anterior; el clínico adaptará las condiciones higiénicas: posible uso de amplificador, plan de hidratación, reposos vocales parciales intercalados, plan de calentamiento vocal previo al uso, etc.


¿Cómo de importante y en qué fase es fundamental el papel del logopeda? El abordaje logopédico de las disfonías es esencial EN TODO PACIENTE CON PROBLEMAS DE VOZ y debe llevarse a cabo tanto en disfonías funcionales como mixtas y orgánicas, y en etapas tanto agudas como avanzadas; este concepto se modificó hace poco tiempo, ya que la gran derivación a logopedia siempre ha sido la de aquellas disfonías consideradas funcionales. El cambio obedece a que se modificaron los objetivos de la terapia: antes solamente se pensaba en la lesión, como “sacar” la lesión, por lo que la cirugía solía ser el tratamiento de mayor elección o por lo menos el primer abordaje. Luego se observó que en muchos pacientes sin terapia vocal la lesión recidivaba, y que obtenían mejores resultados a largo plazo aquellos pacientes que realizaban terapia vocal. De tal forma el objetivo pasó a ser “mejorar u optimizar la función vocal” más allá de la persistencia de la lesión. Entonces para los casos quirúrgicos se pasó a realizar la terapia “sándwich”: terapia de voz-cirugía-terapia de voz; incluso en ocasiones de lesiones cordales tales como quistes, o alteraciones estructurales mínimas, cuando la función vocal recuperada posterapia vocal es “suficiente” para los requerimientos comunicacionales, personales y ocupacionales del paciente, el equipo interviniente “logopeda ORL” puede decidir junto al paciente prescindir de la cirugía.



¿Qué enseñará en su curso de Madrid del 14-15 de abril? Trabajaremos el abordaje integral del paciente que consulta por su voz, desde la valoración inicial y correlación entre estudios endoscópicos, evaluación audioperceptual, acústica corporal y vocal, así como el abordaje logopédico sugerido para cada caso, jerarquizando las herramientas terapeúticas disponibles y determinando perfiles de programas de intervención.

 ¿Cómo resumiría los pasos a seguir ante patología vocal? Partiendo de la idea de que el individuo es una unidad estructural y funcional, abordaremos al paciente como una unidad “Cuerpo y voz”. Debemos imaginar nuestra terapia como una “kinesiología de la voz” ya que trabajaremos en el logro de la flexibilidad de la musculatura interviniente en el proceso vocal.

El entrenamiento abarcará grandes masas musculares como pueden serlo los músculos respiratorios y los músculos posturales, y músculos más especializados como los son las cuerdas vocales. Básicamente se necesita desarrollar fuerza, velocidad y resistencia.

Con respecto al trabajo vocal específico, se lo abordará desde el inicio con vocalizaciones entre el modal y el falsete (mayor o menor extensión según restricciones), ya desde la segunda sesión (porque la primer sesión se centra en la evaluación), e incluso ya con pruebas vocales desde la primera: palpación laríngea, bostezo, falsete, etc.

El objetivo perseguido con tales vocalizaciones será mejorar la elongación y la flexibilidad laríngea que conducirá a:

-          Prevención de lesiones

-          Mejoría de la resistencia

-          Aumento de amplitud de movimiento (tanto cordal como movimientos laríngeos en su totalidad)

-          Reducción del dolor muscular o molestias después del uso vocal

-          Aumento del bienestar general



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